Replantearse las cosas forma parte de la vida. Es una ambición innata que todos reallizamos cada día, muchas veces sin darnos cuenta. Hoy toca replantearse el sentido de mi blog y mi web personal. En un momento en que la identidad digital está tan dispersa pero a la vez tan concentrada, ¿tiene sentido mantener un dominio principal con una suerte de currículum visual? Seguramente no, y Analytics me lo confirma.
Si la identidad digital de cada uno de nosotros está tan dispersa, ¿de qué sirve un blog y una web personal? Fácil, para ofrecer lo mejor de ti, organizado por ti y alojado por ti. Tu blog es tu casa, y las redes sociales las vallas publicitarias donde invitas a todo el mundo a entrar a tu casa. Ya allí depende de cómo sea la casa se sentirán más o menos a gusto, volverán o no.
Captura de pantalla de lo que era hasta hoy antoniorull.com
Hoy traslado blog.antoniorull.com a antoniorull.com, así sin subdominio. Mi dominio principal pasa a ser el blog que llevo escribiendo desde 2005, dejando de lado la parte más visual y curricular de mí; para eso ya existe Linkedin, por ejemplo.
Yo soy yo y mi circunstancia
Tomando al pie de la letra la frase de Ortega y Gasset, uno es uno mismo y sus contenidos. Tiene sentido por tanto hacer un balance de todo y dar importancia tanto a uno mismo como a la circunstancia, a su contenido, a lo que cada uno tenemos que ofrecer y por lo que se nos diferencia.
¿Y tú, eres diferente por tu nombre o por lo que haces y cuentas?
Blog ha muerto. Viva el blog
Para los más técnicos he de decir que he hecho una redirección dinámica 301 en el .htaccess de blog.antoniorull.com a fin de que tanto Google no se enfade por este cambio como cualquier enlace desde cualquier web de Internet hacia mi blog redirija correctamente al mismo contenido pero dentro del dominio principal.